Capítulo V: Ojos que te Vieron Ir

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Avión con Cubanos Emigrando


Emigracion de los Cubanos hacia Los Estados Unidos.


El proceso migratorio de los cubanos hacia los Estados Unidos no es un fenómeno que empieza precisamente en 1959, sino que se remonta a principios del siglo XIX. De 1860 a 1869, 3.420 cubanos decidieron emigrar a los Estados Unidos. De 1870 a 1879, periodo en que comienza la primera guerra de independencia de Cuba contra el colonialismo español, hubo 8.705 salidas. De 1890 a 1899, etapa marcada por la segunda guerra de independencia y el fin del dominio colonial español en Cuba, la emigración hacia el país norteño alcanzó la cifra de 23.669 salidas. De la etapa de 1900 a 1920 no se tienen cifras oficiales del éxodo de los cubanos hacia los Estados Unidos, pero por referencias extraoficiales, se conoce que se mantuvo aproximadamente la misma tendencia en el flujo migratorio. De 1920 a 1929, ya con la enmienda Platt vigente en Cuba, la emisión migratoria fue de 12.769 salidas. De 1930 a 1939, la emigración cubana hacia el país norteño alcanzó la cifra de 10.641 salidas. En la etapa de 1940 a 1949, hubo 25.976 salidas. Y finalmente, de 1950 a 1959, la emigración cubana hacia los Estados Unidos llegó a 73.221 salidas. Si bien esto es cierto, a partir de 1959, esta emigración se intensificó enormemente, con un significativo número de personas huyendo del sistema de gobierno cubano hacia los Estados Unidos. Solamente en el período de 1960 a 1969, no menos de - ¡202.030 cubanos! - abandonaron la isla para emigrar a los Estados Unidos, lo que ha ido en ascenso hasta nuestros días, en diferentes oleadas a lo largo de la historia.


La primera gran oleada ya la hemos mencionado y se produjo durante el año 1959 y principio de los sesenta como consecuencia de las primeras medidas tomadas por el gobierno revolucionario como la “nacionalización” y las leyes de reforma agraria, así como el rompimiento de relaciones diplomáticas y económicas con los Estados Unidos. En esta primera etapa, emigraron a los Estados Unidos alrededor de 173.000 cubanos.


La segunda ola ocurrió de 1965 a 1974, cuando se produjo el éxodo masivo de cubanos que salían por el puerto de Camarioca, rumbo a Miami.  El gobierno de los Estados Unidos les facilitaba legalmente la permanencia en territorio norteamericano a través de la Ley de Ajuste Cubano y posteriormente los asistía a incorporarse a las instituciones norteamericanas con el Programa para los Refugiados Cubanos.



Cubanos en un Barco Emigrando a Estados Unidos



Sin embargo, hasta 1959, la mayoría de los cubanos que emigraban a los Estados Unidos no lo hacían de forma permanente, sino que utilizaban esta vía para mejorar su situación económica, encontrando mejores y variadas formas de empleo en el país norteño, para luego regresar en unos cuantos años a su país natal. Incluso estas visitas eran a veces más cortas y las empleaban para pasar un tiempo con la familia que ya estaba radicada en los Estados Unidos, o simplemente para conocer y disfrutar de las maravillas del vecino del norte.


Para facilitar estas visitas, un ferry unía por vía marítima a Cuba con los Estados Unidos durante gran parte del siglo XX y de esta forma, esta tarea se hacía mucho más sencilla y asequible para todos. El servicio de ferry fue una opción muy popular para miles de cubanos que vivían a ambos lados del estrecho de la Florida, pues usaban el mismo para visitar a sus familias, intercambiar mercancías o como turismo. El objetivo de este servicio era enlazar La Habana y Key West a ambos lados de las costas de Cuba y los Estados Unidos respectivamente.



Ferry Ciudad de La Habana con Destino a Estados Unidos

Propaganda del Ferry


En 1960, con el aumento de las tensiones entre Cuba y Estados Unidos, el ferry se convirtió en objeto de controversia y en octubre de ese mismo año se suspendieron definitivamente sus operaciones.


Desde los primeros momentos que nos mudamos a nuestro apartamento en la calle Cienfuegos, toda mi familia mantuvo excelentes relaciones con los vecinos del edificio y muy especialmente con los vecinos colindantes, que eran muy serviciales y cariñosos con todos nosotros. Estos eran un matrimonio adulto, contemporáneo en edad con mis padres y mis tíos, que tenían dos hijos, una atractiva joven adolescente y un robusto niño de mi edad con el cual compartía a diario en mis juegos y entretenimientos. Uno de nuestros pasatiempos preferidos lo realizábamos en los balcones de nuestros respectivos apartamentos y era el de empinar chiringa, una especie de papalote, que de forma rústica construíamos nosotros mismos con solo un pedazo de papel y un ovillo de hilo y que volaba de maravillas impulsado por la siempre fuerte brisa que soplaba en esa zona. Además, como en mi casa no teníamos televisor, yo iba a su casa casi todas las tardes, en unión de otro grupo de niños del edificio, a disfrutar, sentados en el piso, de las maravillosas tandas de muñequitos y de las famosas series de “aventuras” que transmitían invariablemente todos los días a las 7 y 30 de la noche por la CMQ, uno de los canales de televisión más populares de la época.



Chiringa de Papel

Canal CMQ de la Televisión Cubana


La convivencia de mi familia con estos vecinos fue siempre excelente, hasta el punto de llevarnos como una gran familia y a pesar de que en esa etapa mis padres mantenían con ellos algunas discrepancias ideológicas con relación al rumbo que estaba tomando el país, siempre se respetaban mutuamente y mantenían las mejores relaciones. Como parte de esta fraternidad, las mujeres de ambas casas compartían, en sus frecuentes tertulias, las noticias más relevantes del momento y sus más íntimas esperanzas y anhelos, y entre ellos, el más importante que tenían nuestros vecinos era su intención irrenunciable de abandonar el país y emigrar definitivamente hacia los Estados Unidos, lo cual, por diferentes motivos, no habían podido lograr hasta la fecha por la vía legal. Un fin de semana de mediados de 1965, la familia completa se ausentó con rumbo desconocido y estuvimos un corto tiempo sin verlos hasta que recibimos la triste noticia de que estaban detenidos por haber sido sorprendidos por las autoridades costeras en un intento de salida ilegal del país por vía marítima en un lugar cercano a la costa del este de La Habana. El niño – mi primer amigo -, fue separado de la familia y enviado a la casa de unos parientes cercanos en esa misma zona y no lo pudimos ver hasta mucho tiempo después. Esta noticia, aunque no tomó de sorpresa a mi familia, fue bastante impactante para todos nosotros, dada nuestras estrechas relaciones y mantuvimos de alguna que otra manera la comunicación con ellos. En esa época eran penadas muy severamente por la ley las salidas ilegales del país, que se realizaban muy frecuentemente por vía marítima, utilizando embarcaciones cubanas o que venían de los Estados Unidos de forma furtiva y también se produjeron varias veces por vía aérea. A nuestros entrañables vecinos les impusieron dos años de privación de libertad, que felizmente no cumplieron en su totalidad y poco tiempo después de ser liberados, lograron su ansiado propósito de emigrar legalmente del país con destino a los Estados Unidos, uniéndose definitivamente a la ya fuerte emigración que existía de cubanos en el exterior, que según cifras oficiales ya rondaba por esa época el millón y medio de personas.


Debido a este éxodo masivo, los cubanos en los Estados Unidos llegaron a ser la mayor comunidad cubana fuera de su país y la tercera comunidad hispana de los Estados Unidos.

 


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2 comentarios

  1. Me gustó este capítulo al igual que
    los anteriores ,estas refrescando nuestra memoria ,yo era muy niña pero recuerdo perfectamente ésta anécdota de tus vecinos y de cómo afecto a mis tíos.
    Así era entonces.Muy bueno primo

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  2. Tengo que decir que, cada capítulo tiene su motivación para que continúes. Pero este me trae recuerdos frustrante.
    En este capítulo comento que mis padres fueron truncados de emigrar a EU, ya que mi padre fue obligado a trabajar en la agricultura y por problemas de salud no pudo. Surge también la operación Peter Pan, dos primos furgón victimado de esa operación, en la actualidad viven, con esos malos recuerdos. Después surgió la famosa targeta blanca, que te la podían dar o te la podían denegar. Que tristes recuerdo para los que no compartíamos la ideología del momento.
    Gracias a Dios puedo estar en este gran país que le ha dado la oportunidad a mis hijos de poder estudiar en prestigiosas Universidades. Que no pude hacer yo.
    Gracias, muchas Gracias por este capítulo. Continúa por favor, necesitamos de sus interesantes lecturas.

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