Caminando por la calle principal, nos dirigimos mi amigo, mi primo y yo hasta el Hotel Atlántico donde, después de ponernos nuestro traje de baño y guardar la ropa en sus confortables taquillas, fuimos de inmediato a disfrutar de un refrescante baño de mar, bajo un radiante sol, en las templadas y transparentes aguas de la hermosa playa que le colindaba.
Este magnífico hotel, ubicado en la primera línea de playa, fue construido en 1954 y era el único de su tipo en toda esta zona de playas en ese tiempo. Contaba con 62 habitaciones en sus tres pisos, la mayoría de ellas con vistas al mar, a las cuales se podía acceder por dos elevadores. Para los amantes del deporte, poseía en un costado al frente un excelente campo de tenis cementado y cuatro canchas de frontenis cubano. Todas estas características, unidas a un inmejorable servicio, precios muy asequibles, su espectacular cabaret, su elegante restaurante y su eficiente y bien surtida cafetería, esta última, colindante con la playa, hacían de este hotel un lugar de excelencia y preferido por muchas parejas de recién casados para disfrutar de una inolvidable "Luna de Miel" junto al mar.
La zona de las playas del este, al contrario de otras localidades de playa del país como Varadero, Guardalavaca, Cayo Coco, Cayo Santamaría, etc., no fue favorecida al paso de los años con un desarrollo significativo de su infraestructura, a pesar de ser un destino turístico de sol y mar nada despreciable. Sus magníficas playas eran comparables a las de otros grandes complejos turísticos de este tipo de la isla, sin embargo, durante el invierno siempre parecían desoladas y algo abandonadas y durante los meses de verano, sus escasos servicios gastronómicos y de alojamiento no cubrían la amplia demanda de ese maravilloso lugar. Durante muchos años, Tarará fue convertida en el campamento veraniego de la organización de pioneros de Cuba, después, fue sitio de curación y restablecimiento de numerosos niños afectados por la lamentable tragedia de Chernóbil y, por último, se transformó en una modesta villa turística. Bacuranao y Boca Ciega, no tuvieron grandes cambios, solo se convirtieron en el principal destino gay de toda la zona y las tradicionales casas en la playa que se les ofertaban a los trabajadores destacados habaneros, desaparecieron completamente. La playa de Santa María del Mar fue la más favorecida, aunque no lo suficiente; se remodeló y amplió el Hotel Atlántico, demoliéndose inexplicablemente sus atractivas y siempre concurridas canchas de frontenis y convirtiéndolo en un complejo turístico que abarcaba varias áreas aledañas. Posteriormente, en 1976, se inauguró en esta misma playa el Hotel Marazul, ubicado en Avenida de las Banderas y Las Terrazas, con 188 habitaciones y un diseño algo discreto, muy similar al de muchas otras edificaciones turísticas y educacionales que se construían en diferentes partes del país en esa época. Finalmente, después de algunos tropiezos y varios años de construcción, fue inaugurado el Hotel Itabo, ubicado entre las plácidas aguas de la laguna del mismo nombre, entre las playas de Santa María del Mar y Boca Ciega; esta típica instalación, de un diseño sorprendente, muy a tono con el entorno natural, se erigía sobre una especie de cayuelo, rodeado de enrevesados mangles y uvas caletas en las muy tranquilas aguas de la laguna. Guanabo, por su parte, permaneció intacta en el tiempo, aún carente de alojamientos turísticos importantes, a no ser por las casas particulares, que se continuaron alquilando muy discretamente a los turistas extranjeros y nacionales que querían aventurarse a un contacto más pleno con la comunidad de esta encantadora localidad costera y disfrutar por el día de un excelente baño en la playa y por las noches de una animada festividad en los numerosos bares, clubes y discotecas nocturnas que posee, al compás de los más estridentes y contagiosos ritmos caribeños, de los cuales el país siempre ha sido fuente inagotable.
Creo pertinente explicar que esas residencia que le permitían alquilar el gobierno a los vanguardias eran propiedad de personas que el gobierno oprimido comunista se las robo a las personas que se iban de el país o los que tenían su vivienda en la ciudad y otra de veraniego porque el gobierno sacó la ley de reforma urbana en que le robaban las casas a quienes tenían más de una vivienda y rentaban. El gobierno se apropió el país de dueño y señor de todo el país. Es importante aclarar que hicieron creer al pueblo que ellos daban cosas de gratis desde un refrigerador, ventilador, comida, etc y lo único que hacían era permitirte comprarlo. Ellos decidían que tú podías comprar
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